VOLVER A EMPEZAR
Julia se divorció tras la jubilación: "Me lancé a la piscina sin saber si tenía agua o no"
La soledad no deseada puede sufrirse de muchas maneras, también incluso estando rodeada de gente y familia, tal y como ha contado Julia en Volver a empezar, el programa especial de Hablando en Plata.

Publicidad
En Volver a empezar el programa especial de Hablando en Plata, presentado por Sonsoles Ónega habla sobre la soledad no deseada, esa que puede llegar tras la jubilación, las la marcha de los hijos de casa y tras una separación, pero también puedes sentirte sola incluso aunque estés rodeada de familia, esa incluso puede ser más dolorosa. Es el caso de Julia que tras la jubilación y aun teniendo a su familia se sentía invisible y sola, pero decidió cortar por lo sano.
Julia Cortés se jubiló a los 60 años, ha estado toda su vida laboral ligada a la educación ya que fue maestra. Se casó joven, fue madre joven y tras jubilarse y tener más tiempo libre, notó como toda la familia, su marido, sus hijos, tiraban de ella para todo, "era como la asistenta de todos".
Empezó a notar que no podía hacer las cosas que le gustaban porque no tenía tiempo, ya que siempre lo dedicaba a los demás y tras expresárselo a su familia no la entendieron: "Me sentía sola e incomprendida". Afirma que esa soledad era muy dura, "es incluso más dura que cuando estás sola de verdad".

Sin embargo un día, Julia cuenta que tras servirle la comida a su marido y que este ni siquiera la mirara asegura que se le cayó la venda de los ojos: "Es que ni siquiera me ven y si no me ven tengo que verme yo". Por lo que hizo una maleta, cambió de cuidad y comenzó una nueva vida, "dejé atrás a la familia, a un amor que se me había quedado pequeño, mi zona de confort, lo conocido y me lancé a la piscina sin saber si tenía agua o no". Señala que este cambio "le ha dado la vida" que tras estar cuidando siempre de los demás se dio cuenta de que también tenía que cuidarse a sí misma.
Julia cuenta a Sonsoles que sus inicios en la nueva ciudad no fueron fáciles, empezó a compartir piso con chavales jóvenes, con los quién convivió durante cuatro meses. Sin embargo, lo más revelador fue que sus hijos lo aceptaron y su pareja ni siquiera habló con ella: "Ahí me di cuenta de que la relación estaba rota desde hace tiempo solo que no se había hablado", esto inevitablemente llevó a una separación.
Por otro lado, Valentina, la madre de Julia es de las mujeres que aguantaban carros y carretas "otra generación" y que le chocó mucho lo que hizo su hija, pero sobre todo le daba miedo por ella, pero ahora cree que es "muy valiente".
Más Noticias
-
Manolo sobre el Cohousing: "Vivir acompañado es compartir tiempo, inquietudes, risas... vivir"
-
Marival decidió no tener hijos ni casarse y tras dejar de trabajar comenzó a sentirse muy sola: "Mi salvavidas fue el voluntariado"
-
Francisco y Lola cuentan como afrontaron la soledad tras enviudar: "Nos teníamos que encontrar"
Curiosamente Julia ahora asegura que disfruta mucho de sus momentos de soledad, pero es una "soledad elegida". "Empecé el año que me vine con la energía que quería, empecé el año decidida a cuidarme a mi, porque lo más importante en mi vida ahora soy yo" Finaliza.
Publicidad