CINE
Llega a los cines, El sendero azul, una trepidante aventura protagonizada por una mujer de 77 años
El 12 de diciembre se estrena en el cine la película El sendero azul, premiada en festivales como la Berlinale o el SEMICI, ambientada en el Amazonas, su protagonista, una mujer septuagenaria que se rebela contra su destino y vive un viaje transformador.

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Protagonizada por Denise Weinberg, Rodrigo Santoro, Miriam Socarras y dirigida por Gabriel Mascaro, llega a los cines el 12 de diciembre, El sendero azul, una película que cuenta la historia de Tereza (Denise Weinberg), una mujer de 77 años que ha vivido siempre en una pequeña ciudad industrial en Brasil. Un día recibe una notificación oficial del gobierno para trasladarse a una colonia remota, creada para que los jubilados pasen "sus últimos años" y así dejar espacio para que los más jóvenes sigan siendo plenamente productivos.
En lugar de aceptar este destino, Tereza se rebela y decide embarcarse en un viaje transformador por el Amazonas, para cumplir un último deseo antes de que le arrebaten su libertad. Esto marcará su vida para siempre.
El director de la película Gabriel Mascaro destacaba en una entrevista que normalmente el cine presenta a las personas mayores como un recuerdo o en decadencia y rara vez aparecen como protagonistas en el presente. "El sendero azul reivindica precisamente a las personas mayores como seres llenos de energía y ganas de vivir". "No quería hacer una película sobre el pasado ni tampoco sobre un futuro que se acababa, sino sobre un presente lleno de vida." Destaca el realizador.

Mascaro explica cómo surgió su interés por representar a personas mayores de forma diferente en el cine:
"Crecí en una casa con mucha gente, y mis abuelos siempre formaron parte de mi vida. Mi abuela, por ejemplo, aprendió a pintar tras la muerte de mi abuelo, con 80 años, y ver cosas así cambió mi perspectiva del envejecimiento. Me enseñó que las personas mayores también pueden ser protagonistas de su propio proceso de redescubrimiento y transformarse de manera sorprendente.
La mayor parte de las narrativas las muestran como figuras olvidadas en un mundo que continúa sin ellas. El envejecimiento se retrata como una etapa de aislamiento doloroso y declive físico. El pasado suele ser el motor que impulsa al personaje hacia un propósito final, muchas veces posiblemente para poder morir en paz. Son relatos con una carga de nostalgia e inevitabilidad donde la muerte marca, de forma más o menos sutil, la tensión dramática.

Pero en mi película, yo quería ofrecer una perspectiva diferente. Propone un viaje, con toques de aventura y fantasía, reconectando con el deseo de libertad. Es una "boat movie" sobre envejecer y soñar, con mujeres mayores como protagonistas."
El sendero azul, tal y como define su director, es una película sobre el derecho a soñar y que no acepta el destino que otros le han impuesto por su edad: "Es una Oda a la libertad, con una septuagenaria rebelde como protagonista, quería mostrar que nunca es tarde para encontrar un nuevo sentido a la vida".

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