CONTRA EL EDADISMO

El arquitecto Oscar Niemeyer se mantuvo diseñando importantes edificios hasta su muerte a los 104 años

El creador de algunos de los edificios más emblemáticos del mundo mantuvo su pasión por la arquitectura hasta el final de su vida. Su legado sigue inspirando a nuevas generaciones.

Arquitecto brasileño Oscar Niemeyer

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Oscar Niemeyer dedicó su vida entera a la arquitectura y ni su avanzada edad fue capaz de frenar su creatividad. Conocido por su estilo único y sus formas curvas que desafiaban lo convencional, continuó diseñando y participando en proyectos importantes hasta poco antes de su muerte, a los 104 años. Su pasión por el diseño y la innovación lo acompañó siempre, convirtiéndolo en una de las figuras más influyentes del modernismo arquitectónico.

Niemeyer nació en Río de Janeiro en 1907 y desde joven mostró interés por el arte y el dibujo, lo que lo llevó a estudiar arquitectura. Pronto comenzó a destacar con una visión distinta, alejándose de las líneas rígidas y explorando la plasticidad y la libertad de las formas. Esta manera de entender la arquitectura lo convirtió en uno de los nombres clave en el diseño de la capital brasileña, Brasilia, un proyecto monumental que transformó por completo el urbanismo del país y que aún hoy es considerado un símbolo del modernismo.

Vista nocturna de la catedral de Brasilia
Vista nocturna de la catedral de Brasilia | Por Rodrigo de Almeida Marfan

Pero su obra no se limitó a Brasil. Niemeyer dejó huella en todo el mundo con edificios icónicos en Europa, América y Oriente Medio. Su arquitectura, siempre audaz y a veces polémica, demostró que era posible unir la funcionalidad con la belleza escultórica. Incluso superados los cien años, seguía esbozando ideas, revisando planos y aportando su mirada a nuevos proyectos. Para él, el paso del tiempo nunca significó un obstáculo.

Oscar Niemeyer falleció en 2012, a los 104 años, pero dejó un legado inmortal. Sus obras no solo cambiaron la forma en que concebimos los espacios urbanos, sino que inspiraron a generaciones enteras de arquitectos y artistas. Su vida es un ejemplo de que la pasión y la creatividad no entienden de límites de edad y que seguir trabajando en lo que uno ama puede dar sentido a cada etapa de la vida.El creador de algunos de los edificios más emblemáticos del mundo mantuvo su pasión por la arquitectura hasta el final de su vida.

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