EMPLEO

La tasa de desempleo senior alcanza el 9,8%

El edadismo no da tregua: El paro entre los mayores de 55 años supera por primera vez al del resto de los trabajadores, cuando históricamente era al revés. La tasa de desempleo alcanza el 9,8%. Y cuando consiguen volver a trabajar es en empleos más precarios y con peores condiciones.

Mayores parados

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Josefina lleva siete años buscando trabajo. A lo largo de su vida laboral ha trabajado en distintos sectores: en un mercado, en una joyería y también como panadera. Sin embargo, ahora no encuentra una oportunidad estable. "Te puede salir algo de limpieza, por ejemplo", explica, pero nada más. Tiene claro por qué cree que ocurre: "Piensan que a lo mejor las personas de nuestra edad ya no damos la talla".

Su caso no es una excepción. Por primera vez, el paro entre los mayores de 55 años ha superado al del resto de la población activa, según un estudio de la Fundación BBVA junto al Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas). En 2025, el desempleo en este grupo alcanza el 9,8%, frente al 9,4% de los trabajadores de entre 25 y 54 años.

La tasa de paro alcanza el 9,8% en los mayores de 55 años: un cambio histórico

Se trata de un cambio histórico, ya que durante décadas los mayores habían mantenido tasas de paro más bajas que el resto del mercado laboral. Hay más parados de larga duración en este rango de edad. Y los nuevos puestos que consiguen son más precarios.

"Hay más temporalidad, menos frecuencia de ocupaciones de calidad y salarios algo más bajos", afirma Lorenzo Serrano, investigador del Ivie y catedrático de la Universidad de Valencia.Los expertos apuntan a varios factores. Uno de los principales es la brecha digital. “La brecha digital es muy importante. A la gente que se queda fuera le es muy difícil volver", señala Serrano. Cuando los mayores pierden su empleo o permanecen un tiempo inactivos, el regreso al mercado laboral se complica aún más.

"Como cerró la empresa, reciclarme ahora es muy difícil", reconoce un trabajador de 59 años. La falta de formación adaptada y de oportunidades reales de actualización penaliza especialmente a quienes han desarrollado su carrera profesional durante décadas en un mismo sector o empresa. Además, muchos sienten que su experiencia ya no se valora como antes, a pesar de los años acumulados de trabajo y conocimiento.

Más de la mitad de los mayores tiene un contrato temporal

Entre los mayores de 55 años hay una proporción más alta de parados de larga duración que en otros grupos de edad. Más de la mitad de los desempleados mayores de 55 años -el 57,9%- son parados de larga duración, al llevar más de un año buscando empleo sin éxito. Es una proporción muy superior a la de los trabajadores de 25 a 54 años y también a la de los jóvenes. Unos datos que evidencian las dificultades crecientes de este colectivo para reengancharse al empleo.

Y cuando consiguen empleo, las condiciones suelen ser peores. Los nuevos puestos a los que acceden son más inestables y de menor calidad. Más del 52% tiene un contrato temporal y casi un 10% se encuentra en situaciones de empleo precario. Además, estos nuevos puestos se concentran en ocupaciones de menor cualificación: casi un 30% desempeña trabajos elementales, frente a solo un 7% entre quienes han mantenido una carrera laboral estable.

Las diferencias también se reflejan en los salarios. Aunque el sueldo medio anual de los mayores es superior al del resto de trabajadores, quienes se reincorporan al mercado laboral tras una interrupción perciben ingresos sensiblemente más bajos, incluso por debajo de los de otros grupos de edad en la misma situación.

En un contexto de envejecimiento demográfico y presión sobre el sistema de pensiones, estos datos suponen un reto añadido para prolongar la vida laboral. Los expertos coinciden en que la formación continua es clave para mejorar la empleabilidad de los mayores y combatir el edadismo, especialmente en un mercado de trabajo que necesitará cada vez más experiencia y capital humano.

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