Máximo Huerta en El Hormiguero: "Me fui a Buñol a cuidar a mi madre"

El pasado lunes, el escritor Máximo Huerta acudió al Hormiguero y mantuvo una interesante charla con su presentador Pablo Motos sobre varios temas personales y de actualidad. Máximo acaba de abrir un pequeña y coqueta librería en su tierra natal, Buñol, en Valencia a la que ha llamado 'La librería de Doña Leo' en honor a su fiel mascota, una pequeña perrita llamada Leo. Además, durante su visita al programa el escritor regaló un ejemplar de su última novela, 'Adiós, pequeño' un libro que habla sobre las mujeres que fueron invisibles durante una época en España, un libro que comienza con una desgarradora declaración "Mi madre habría sido más feliz si yo no hubiera nacido".

Al hilo de esta frase, el propio autor señalaba: "Yo soy consciente de que mi madre habría sido más feliz sin mi" ante un asombrado Pablo Motos. "Habría viajado, habría hecho lo que hubiera querido, habría probado con otros hombres [...] ella y otras mujeres habrían tenido una vida mucho más luminosa" destacaba Huerta. Al hilo de esto Pablo le preguntaba directamente sobre su madre ya que Máximo dejó su vida en la capital para volver a Buñol su pueblo y cuidar a su madre que ya comienza a tener muchos problemas ya no solo físicos sino también cognitivos. "Por las mañanas soy su hermano, por las tardes su hijo" señalaba el escritor, además aseguraba que ha pasado por varias intervenciones como una de cadera y también para extirpar un tumor "El tumor, el cáncer y ahora la demencia que llega es durísimo" puntualizaba Máximo Huerta. El escritor decidió irse a Buñol a cuidarla y sobre todo para que en el futuro no se quede con la culpa o la pena de que no hizo todo lo posible por ella.

Sobre cuidar a personas mayores y hacerse mayor, Máximo Huerta hacía una afirmación bastante rotunda y es que "Envejecer es de valientes", el periodista cita al escritor Oscar Tusquets que señalaba que "envejecer era una gran putada" ya que al final solo pierdes "pierdes amigos, pierdes vista, pierdes la talla, pierdes el lugar en el que eras feliz...", "Envejecer es acostumbrarse a perder" sentencia Huerta.