La tasa de jubilación antes de los 65 años cae a sus niveles más bajos registrados

El número de españoles que se jubila antes de los 65 años está en mínimos históricos, reflejando el impacto de las recientes reformas en el sistema de pensiones. En lo que va de año, solo el 30,5% de los 110.479 trabajadores jubilados lo han hecho antes de alcanzar esa edad, según las estadísticas de la Seguridad Social. Este porcentaje se ha reducido aún más en los datos de abril, donde solo el 22,3% se jubiló antes de los 65.

Esta tendencia decreciente se ha consolidado a lo largo de la última década, con una disminución de 10 puntos en la proporción de trabajadores que se retiran antes de los 65 años. La edad de jubilación en España actualmente se sitúa en 66 años y seis meses para aquellos con menos de 38 años cotizados, reduciéndose a 65 años para quienes han superado este umbral. Siguiendo este ritmo se espera que la edad de retiro sea los 67 años para 2027.

Las reformas implementadas en 2022 penalizan económicamente a quienes optan por una jubilación anticipada, mientras que recompensan a aquellos que deciden prolongar su vida laboral. Los incentivos incluyen un aumento en la pensión o un pago único de hasta 20.000 euros. Lo que se conoce como la jubilación demorada.

El efecto de estas políticas, desde su entrada en vigor, ha hecho que la proporción de jubilaciones anticipadas haya disminuido notablemente. La actual ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, está en proceso de negociar nuevas modificaciones con sindicatos y empleadores. Las conversaciones, incluyen propuestas para permitir la combinación de pensión y salario a través de la jubilación activa y la posibilidad de adelantar de edad de jubilación en profesiones más desgastantes sin afectar negativamente la pensión futura.

Estas reformas buscan mitigar el impacto del envejecimiento de la población, especialmente ante la próxima jubilación masiva de la generación de los baby boomers. Con una población laboral activa más reducida y menores salarios, es crucial ajustar el sistema de pensiones para asegurar su viabilidad a largo plazo.

Aunque el Gobierno y los agentes sociales aún deben concretar las nuevas medidas y evaluar su impacto potencial, la tendencia hacia una jubilación más tardía parece consolidarse. Estas políticas no solo alinean la edad efectiva de jubilación con la legal, sino que también refuerzan la estabilidad del sistema de pensiones en un contexto demográfico cada vez más desafiante.

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