INCLUSIÓN

Cantabria constituye su primer Consejo de las Personas Mayores

Inclusión Social presenta un diagnóstico de la situación que refleja que uno de cada tres mayores sufren soledad no deseada. Prevén tener un Plan Estratégico para enero.

La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río, preside el primer Consejo de Personas Mayores de Cantabria

La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río, preside el primer Consejo de Personas Mayores de CantabriaGobierno de Cantabria I Europa Press

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Cantabria ha constituido su primer Consejo de las Personas Mayores y avanza en el texto definitivo del primer Plan Estratégico del colectivo, que podría estar finalizado en enero del próximo año y que ya cuenta con un diagnóstico de situación que contribuya a la construcción de una estrategia que garantice los derechos, la dignidad y la calidad de vida de los mayores de la comunidad autónoma en toda su diversidad.

Así lo ha destacado la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río, que ha presidido este miércoles el acto de constitución del Consejo, órgano de carácter colegiado en el que están presentes representantes de diversas áreas de la Administración autonómica, así como del ámbito social y de entidades y personas que representan los intereses de los mayores.

"Hoy asumimos el compromiso de trabajar con y para las personas mayores, desde el diálogo, la cercanía y el respeto profundo". "Queremos que envejecer en Cantabria sea un derecho, que los mayores sigan siendo parte activa de la vida de esta Comunidad, y que cada persona mayor viva su vejez con autonomía, con alegría, con seguridad y con dignidad", ha reivindicado.

Con la constitución de este nuevo Consejo, la consejera ha apuntado que "por fin las personas mayores de Cantabria tienen voz propia, representación directa y un espacio real donde decidir las políticas que les afectan".

Entre las funciones del Consejo ha destacado la protección y promoción de la calidad de vida de los mayores, con especial atención a la difusión de hábitos de vida saludables y de envejecimiento activo, así como el fomento de las competencias digitales.

También le corresponderá formular estrategias para prevenir y detectar la soledad no deseada, a través de vías de relación intergeneracional y actuando contra el posible aislamiento en el medio rural.

Gómez del Río ha indicado que la creación de este Consejo da respuesta a una demanda social del movimiento asociativo de las personas mayores e incorpora a Cantabria a la práctica totalidad de comunidad autónomas que ya cuentan con una vía de participación a través de órganos similares.

Con el mismo "se pretende establecer una vía de coordinación y asesoramiento a la Administración Pública, de manera que las políticas y decisiones reflejen de forma más exacta y participativa sus necesidades reales y permitan un abordaje multidisciplinar y una interlocución de las diferentes consejerías entre sí y con este grupo de población", ha defendido.

Respecto a la elaboración del primer Plan Estratégico de las Personas Mayores en Cantabria, ha dicho que tiene como objetivo no solo abordar las necesidades de atención sanitaria o dependencia, sino también garantizar la autonomía, la participación social, el acceso a recursos, la protección frente al edadismo y la equidad interterritorial.

1 de cada 3 sufren soledad no deseada

Como paso previo a este Plan, la consejera ha presentado el diagnóstico de la situación de las personas mayores de Cantabria, "un trabajo serio, riguroso y valiente, que pone cifras y palabras a realidades que no podemos ignorar".

Este estudio revela que la soledad no deseada afecta a uno de cada tres mayores y que es un sentimiento más acusado en mujeres que en hombres. El diagnóstico describe además un rechazo creciente a la institucionalización residencial, con una clara preferencia para mantener la vida en el hogar y en el entorno comunitario durante el mayor tiempo posible.

También refleja la presencia de actitudes edadistas en el sistema institucional, especialmente en el ámbito de la salud, la administración pública y los servicios sociales. La brecha digital es otra situación diagnosticada, donde la digitalización de los servicios públicos, el ocio, la socialización, la comunicación interpersonal y la vida cotidiana ha incrementado la desigualdad de acceso entre distintos sectores de la población.

Por otro lado, el proceso de envejecimiento no afecta por igual a mujeres y hombres. Las mujeres presentan mayores niveles de actividad social, autonomía y participación en iniciativas comunitarias, pero también sufren más vulnerabilidades económicas, situaciones de soledad y cargas históricas derivadas de los cuidados.

Además se distinguen desigualdades estructurales que se prolongan en la vejez, como la brecha de pensiones, feminización de la soledad y la sobrecarga de cuidados informales.

El diagnóstico recoge una brecha entre lo rural y lo urbano, vinculada a la dispersión territorial de Cantabria, ya que el 20,6% de las personas mayores viven en municipios de menos de 5.000 habitantes. Esta brecha indica que la falta de transporte, servicios sanitarios, dispositivos sociales y actividades genera un envejecimiento menos saludable y solitario en los entornos rurales.

El diagnóstico de situación también refleja que las personas mayores quieren seguir aprendiendo y participando, que tienen sueños y planes, y que no se resignan a una versión pasiva del envejecimiento.

Uno de los mensajes que ha emergido en este diagnóstico ha sido que una estrategia autonómica para las personas mayores no puede diseñarse sin contar con ellas. Por este motivo, la consejera de Inclusión Social ha señalado que "no hay estrategia posible sin participación real, y este Consejo será el corazón de esta participación".

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