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Este gas puede ser la solución contra el envejecimiento
Un estudio revela que el uso de sulfuro de hidrógeno en ciertas células da efectos positivos que hacen pensar que en un futuro pueda ser una medida para luchar contra el envejecimiento.
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Los productos para camuflar y retrasar los efectos de la edad son consumidos a diario por multitud de personas que quieren seguir viéndose bien. Desde siempre el humano ha tratado de esquivar esto síntomas de la edad y, como no puede ser menos, los laboratorios siempre han apoyado este deseo de la sociedad con investigación.
Pues una de estas investigaciones, concretamente la publicada en la revista `PNAS´, realizada por la Universidad de Exeter en Reino Unido, financiado por el ejército de Estados Unidos y por la fundación benéfica The United Mitochondrial Disease Fundation, ha podido dar con una posible solución al problema.
Y es que, según reportes, los científicos habrían observado que, dirigiendo mínimas cantidades de sulfuro de hidrógeno (H2S), la salud y la energía de las células de los animales de prueba aumentaba a medida que pasaba el tiempo. Los animales en cuestión eran gusanos, y gracias a su estudio se ha podido concluir en que la exposición de las mitocondrias a este gas puede ser un futuro tratamiento contra el envejecimiento.
Las mitocondrias son las encargadas de fabricar la energía para cada célula, por lo que al dirigir hacia ellas el gas, evitaba que su vida útil se agotara. El funcionamiento de las mitocondrias puede verse mermado por enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, por la distrofia muscular o por enfermedades mitocondriales primarias.
Durante el experimento se probó a administrar el gas tanto a gusanos recién nacidos como a gusanos adultos. Las conclusiones fueron positivas en ambos casos; apreciando como tanto las mitocondrias como los movimientos de los gusanos se percibían activos incluso en la etapa de vejez.
Según afirma el equipo, este tratamiento únicamente consigue alargar la vida sana de los gusanos, puesto que estos, eventualmente terminaban muriendo. Por lo que, hasta el momento, se percibe este descubrimiento como una manera de mejorar nuestra salud, pero no de alargar nuestra esperanza de vida notablemente.
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