EXPERIENCIA VITAL

A los 77 años, en tirolina por primera vez: "Ha sido el mejor cumpleaños de mi vida"

Camila Gómez nos cuenta cómo un despiste de su nieta se convirtió en una de las aventuras más divertidas que ha vivido. Atreviéndose a cruzar el río Tajo de Toledo en tirolina a sus 77 años recién cumplidos. Así empezó esta curiosa peripecia.

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Como cada 1 de noviembre, la familia de Camila Gómez se iba a reunir para celebrar todos juntos su cumpleaños, ya son 77 años y es un día que Camila suele celebrar rodeada de su familia. Sin embargo, por diferentes compromisos laborales de algunos de sus hijos decidieron posponer la celebración para más adelante. No obstante, y ya que era un festivo, su hija Camila Cucó y su nieta Raquel Cucó decidieron que era un buen plan pasar el día junto a su madre y abuela en un parque temático de Toledo llamado 'Puy du Fou' y para allá que se fueron.

Tras visitar el parque y antes de retomar el camino de vuelta decidieron ver la ciudad de Toledo.Entre risas, Camila (hija) comenta que le cedió el GPS a su sobrina Raquel para que la guiara, pero no contaban con que Raquel fuera una copiloto desastrosa y se perdieron. Sin embargo, por azares del destino tropezaron de pleno en un lugar donde había reunida mucha gente y fueron a observar. Ahí fue cuando vieron la tirolina de 'Fly Toledo', al principio pensaban que solo era para niños, pero pronto vieron a adultos cruzar el río Tajo en tirolina, Raquel enseguida se apuntó y Camila (hija) también quería experimentarlo y mientras decidían que hacían con las cosas, y ya pensando encasquetárselo a la abuela, ambas le vieron la cara de "Yo me voy a tirar". Finalmente se pusieron las tres a hacer la cola.

Camila (hija), cuenta también que mientras esperaban en la fila una mujer se les acercó y le dijo "Con todos mis respetos ¿la abuelita se va a tirar?" y que ahí se dio cuenta de que su madre tenía todas las intenciones de quererse tirar a lo que contestó: "Bueno si ella quiere y los monitores no ven inconvenientes, por la edad o por problemas de movilidad pues que se tire".

"Yo veía que se iban a tirar en la tirolina y de repente me apeteció y dije me tiro. Me puse en la cola y la gente mirándome como diciendo "esta mujer está loca" pero preguntamos a los organizadores si me podía tirar, ya que igual se negaban por la edad que tenía o por lo que fuera, dijeron que no había problema y yo dije que pues palante" señala Camila (Madre).

Cuando les tocó el turno, comenzaron a ponerle los arneses y posteriormente tuvieron que cruzar hasta la torre donde les enganchaban para tirarse. "Ahí si tuve algunos inconvenientes ya que me cuesta subir escalones y ahí había cinco escalones... que bueno, me costó hacerlo pero yo parriba" destaca Camila.

Finalmente, les dieron las ultimas instrucciones antes de lanzarse, cómo tenia que frenar, etcétera. "Me dice que me tengo que sentar en el arnés y a mí me cuesta doblar las piernas pero yo me busqué la posición alargué las piernas y allá que fui más feliz que una perdiz" comenta Camila. "Me crucé el río y se me hizo corto con una alegría que para qué, no me di en ningún sitio al frenar, que decían que te podías dar, pero a mi me dieron las explicaciones y no me di ningún golpe, me hice la foto y bueno me quedé con ganas de más, si hubiéramos tenido más tiempo me hubiera vuelto a tirar y no te digo que no lo vuelva a hacer" comenta entre risas, la protagonista de esta historia. "Me encantó" afirma con rotundidad Camila.

Camila en la tirolina de Toledo
Camila en la tirolina de Toledo | Foto cedida por Camila Cucó

"La jefa no se dio, pero Raquel y yo si nos atizamos cuando nos levantamos de la tirolina" comenta su hija Camila. Además, añade que después tras tirarse tenían que volver a cruzar el puente de San Martín para devolver el material y que la gente que se tiró antes y después de ellas en la tirolina iban diciéndole "Abuela qué bien". "Así que nos reímos un montón, de hecho finalmente de Toledo solo pudimos ver un poco la catedral porque todo el mundo paraba a mi madre, para darle la enhorabuena, para decirle que qué vitalidad..." comenta Camila (hija). "Me dijeron abuela más que en toda mi vida" sentencia Camila (madre).

Desde luego es un cumpleaños que tardará en olvidar, ya que como la propia Camila comenta, al ser su cumpleaños el 1 de noviembre (día de todos los Santos) cuando era pequeña siempre pasaba el día en el cementerio y ya de mayor se dedicaba a cocinar para los demás y celebrar su cumpleaños, por lo que este sin duda ha sido muy especial.

Está claro que a Camila, no la detiene nada y una buena prueba de ello es que este verano también se atrevió a montar en globo en Turquía, pero eso ya es otra historia…

Camila montando en globo
Camila montando en globo | Foto cedida por Camila Cucó
Hablando en Plata» Experiencia

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