OTRA FORMA DE LECTURA

Escuchar audiolibros, una manera de sumar horas de lectura y una solución para los problemas de vista

Los audiolibros ganan terreno como una nueva forma de disfrutar las historias y redescubrir la lectura, entre la tradición oral y la era digital.

Mujer mayor con auriculares

Mujer mayor con auricularesiStock

Publicidad

Escuchar un audiolibro se ha convertido en una manera de "sumar horas de lectura al día", sin ser un sustituto de la literatura en papel o en formato electrónico, ha asegurado a EFE la escritora e impulsora cultural Maribel Riaza.

Esta divulgadora ha intervenido en Logroño en la novena edición del congreso Trabalengua. A raíz de su trabajo, comenzó a investigar sobre la tradición oral y surgió el proyecto de recopilar sus impresiones en un libro, 'La voz de los libros' (2024), en el que ha profundizado en la historia de la lectura, desde los escribas hasta los audiolibros.

Por ello, cree que "el audiolibro simplemente es un paso más dentro de esa evolución natural y no hay que verlo como algo disruptivo".

Además, el auge de este formato ofrece una oportunidad especialmente valiosa para las personas mayores, que a menudo ven reducida su capacidad visual. Gracias al audiolibro pueden seguir disfrutando de la lectura sin esfuerzo, mantener el hábito lector y acceder a nuevas historias que, de otro modo, podrían resultarles más difíciles de abordar.

Combinar escucha y otras actividades

Escuchar un audiolibro permite combinarlo con otras actividades, como dar un paseo, realizar tareas rutinarias o desplazarse, y, para los que no son muy lectores, es una manera de acceder a las historias literarias.

Riaza reconoce que compaginar la escucha de una narración con otras actividades puede provocar que la atención se disperse, pero matiza que solo ocurre al principio, cuando no se tiene la costumbre.

"Al principio es normal distraerse y pensar en otras cosas, también pasa cuando estás leyendo y no estás concentrado, pero toda habilidad hay que entrenarla, porque somos una sociedad muy visual", ha recalcado.

Si el audiolibro está bien hecho, con un narrador profesional que haga inflexiones de voz, se mantendrá la atención del oyente, ha indicado, aunque ella recomienda comenzar con relatos cortos de unos 45 minutos e ir subiendo progresivamente.

El podcast, que es más parecido al formato radio, ha permitido "dar el salto" a muchos oyentes hacia el audiolibro.

Narradores profesionales versus IA

Los narradores de audiolibros suelen ser profesionales del ámbito del doblaje de cine y que cuentan con una formación actoral previa, porque "no es lo mismo doblar una serie de televisión en la que hay que encajar unos diálogos, que una narración en la que no intervienen más voces".

Ha apuntado que se han comenzado a grabar audiolibros con Inteligencia Artificial (IA) "con muy alta calidad", porque las voces robóticas ya "han pasado la historia" y se están imponiendo las clonaciones, a partir de la voz de una persona.

Esta actividad debe estar regulada, porque la voz también tiene propiedad intelectual, de modo que los actores deben autorizarlo y recibir sus correspondientes compensaciones económicas, ha explicado.

Aunque estas clonaciones no llegan al cien por cien de la expresividad y los rangos en los que puede variar una voz humana, las voces generadas por IA son ya "bastante aceptables", pero sostiene que las grandes producciones se seguirán grabando por personas.

Según sus datos, actualmente solo el 3% de los libros electrónicos tienen una versión en audiolibro, por lo que la IA permitirá ampliar esa oferta en obras que no requieren tanto ritmo. Lo que más se escucha en audiolibro es narrativa, ficción y novela, principalmente romántica, crimen y thriller. Hace menos de diez años había solo 3.000 libros editados en español en todo el mundo, una cifra que ha crecido hasta 40.000 en la actualidad.

Rebeca Palacios

Hablando en Plata» Estilo de vida

Publicidad