DEMENCIA
La depresión está relacionada con un mayor riesgo de demencia tanto en la mediana edad como en la vejez
Un nuevo estudio señala que identificar y tratar los factores que reducen el riesgo de padecer demencia, como la depresión, son vitales. Aunque los vínculos entre la depresión y la demencia son complejos.

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Un nuevo estudio ha descubierto que la depresión está relacionada con un mayor riesgo de padecer demencia tanto en la mediana edad como en la vejez, según investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), la Universidad de Adelaida y el Centro de Excelencia en Demencia de la Universidad de Curtin, ambas en Australia.
La nueva investigación, que se publica en eClinicalMedicine, fue dirigida por los investigadores Jacob Brain y Maha Alshahrani. Según Brain: "Nuestro estudio demuestra que la depresión está relacionada con un mayor riesgo de demencia tanto en la mediana edad como en la vejez. Esto resalta la importancia de reconocer y tratar la depresión a lo largo de la vida, no solo por motivos de salud mental, sino también como parte de una estrategia más amplia para proteger la salud cerebral".
La demencia afecta a más de 57 millones de personas en todo el mundo. Actualmente no existe cura, por lo que identificar y tratar los factores que reducen el riesgo, como la depresión, es una prioridad importante de salud pública.
Los posibles vínculos entre la depresión y la demencia son complejos y pueden incluir inflamación crónica, desregulación del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, cambios vasculares, alteraciones de los factores neurotróficos y desequilibrios de neurotransmisores. Los cambios genéticos y conductuales compartidos también pueden aumentar los riesgos.
Estudios anteriores han demostrado que las personas con depresión tienen más probabilidades de desarrollar demencia más adelante en la vida, pero ha habido mucho debate sobre cuándo la depresión es más importante, si se trata de la depresión que comienza en la mediana edad (en los 40 o 50 años) o la depresión que aparece más tarde (en los 60 o más). Esta nueva investigación reúne toda la evidencia existente y añade nuevos análisis para examinar este momento con más detalle.
"Nuestros hallazgos plantean la posibilidad de que la depresión en etapas avanzadas de la vida no solo sea un factor de riesgo, sino también una señal temprana del inicio del desarrollo de la demencia. Al aclarar este momento, nuestro trabajo ayuda a orientar futuras estrategias de investigación, tratamiento y prevención", destaca Brain.
El equipo llevó a cabo una revisión general y un metanálisis. En primer lugar, recopilaron y revisaron los mejores datos disponibles de revisiones sistemáticas con metanálisis (un método estadístico que combina los resultados de múltiples estudios para proporcionar una estimación general más fiable), que ya habían analizado la relación entre la depresión y la demencia.
Posteriormente fueron un paso más allá al extraer y volver a analizar datos de los estudios individuales dentro de esas revisiones y además agregaron estudios más nuevos que se habían omitido en el trabajo anterior.
Los investigadores concluyen: "Nos centramos específicamente en el momento en que se midió la depresión, ya sea en la mediana edad o en etapas posteriores de la vida, y calculamos cuánto aumentaba el riesgo de desarrollar demencia. Esto nos permitió, en esencia, ofrecer una visión más precisa y actualizada de cómo la depresión en las diferentes etapas de la vida se relaciona con el riesgo de demencia"
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