SEGÚN UN ESTUDIO
Los adultos mayores podrían experimentar menos dolor muscular tras ejercitarse que los jóvenes
¿Crees que hacer ejercicio duele más con los años? Un estudio revela que los adultos mayores sufren menos dolor muscular que los jóvenes tras entrenar

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Contrario a lo que muchos podrían pensar, las personas mayores no experimentan más dolor muscular tras hacer ejercicio. De hecho, un nuevo estudio revela que podrían sentir menos fatiga y molestias musculares que los más jóvenes después de entrenar.
Este hallazgo proviene de un estudio realizado por la Universidad Metropolitana de Cardiff, en el que se analizaron 36 estudios científicos. En total, se compararon datos de 389 adultos jóvenes y 390 adultos mayores. Se evaluaron diferentes indicadores, como el nivel de dolor, la inflamación muscular y el rendimiento físico en los días posteriores a sesiones de ejercicio.
Los resultados fueron sorprendentes: aunque los adultos mayores presentan menor fuerza inicial, recuperan mejor y muestran menos signos de inflamación y dolor muscular entre las 48 y 72 horas posteriores al esfuerzo físico, en comparación con los jóvenes.
¿Por qué sucede esto? Los expertos explican que a medida que envejecemos, nuestro cuerpo sufre ciertos cambios fisiológicos que podrían estar detrás de esta diferencia. Por ejemplo, se reduce la cantidad de fibras musculares tipo II, que son más propensas a sufrir microrroturas durante el ejercicio. Además, se cree que el sistema nervioso se vuelve menos sensible al dolor y la inflamación con la edad.
Esto refuerza la idea de que el ejercicio intenso no solo es posible en la madurez, sino que no implica necesariamente más riesgo de lesiones o fatiga extrema. De hecho, según los investigadores, los mayores podrían incluso beneficiarse más de rutinas de entrenamiento bien diseñadas, que incluyan fuerza, resistencia, equilibrio y coordinación.
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y el grupo de investigación CIBERFES, especialistas como Nicolás Martínez Velilla y Mikel Izquierdo coinciden en destacar que estos resultados desmontan muchos mitos sobre el envejecimiento y la actividad física. No obstante, aclaran que es importante definir bien qué se entiende por “mayores” en los estudios científicos, ya que no es lo mismo tener 60 que 85 años.
En conclusión, la edad no debería ser un freno para entrenar. Más bien al contrario: con la estrategia adecuada, mantenerse activo es posible y beneficioso a cualquier edad.
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