CAMBIO HORARIO

Este fin de semana, cambio de hora ¿por última vez?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, propuso en el Consejo de Energía de la Unión Europea acabar definitivamente con el cambio de hora. Aunque aún se está discutiendo la propuesta de aprobarse podría ser la última vez que se hace el cambio de hora.

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La madrugada del sábado al domingo de este fin de semana traerá consigo un nuevo cambio de horario, de verano al de invierno, pero puede ser el último si prospera la propuesta española para reabrir un debate estancado desde hace años en la Unión Europea para suprimir esta medida.

El cambio se producirá oficialmente a las tres de la madrugada, hora peninsular, que coincide con la hora central europea, cuando habrá que retrasar el reloj hasta las dos, por lo que la jornada del domingo 26 tendrá 60 minutos más.

Esta práctica se repite desde hace decenios dos veces al año -en marzo se adelanta una hora, en octubre se retrasa- con el objetivo de adecuarse a las horas de luz del día en función de las estaciones y mejorar la eficiencia energética.

Durante la reunión del Consejo de Energía de la Unión Europea del pasado lunes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, planteaba terminar de una vez por todas en 2026 con estos vaivenes del huso horario apelando a dos razones principales: su escaso impacto actual en el ahorro energético y la opinión mayoritaria de los europeos en su contra.

La iniciativa fue adelantada por Sánchez a primera hora del lunes pasado, en un vídeo en redes sociales, y fue respaldada por varios miembros del Ejecutivo y UGT y criticada por el PP, que no la rechazó pero la calificó de "señuelo" para desviar la atención de la actualidad política.

Desde 2019: seis años de debate

El Parlamento Europeo ya planteó en serio esta cuestión en 2019, pero la falta de consenso entre los gobiernos, a pesar de las encuestas al respecto a favor de mantener siempre el mismo horario, bloqueó el asunto, que sigue desde entonces guardado en un cajón en el Consejo de la Unión Europea.

Ahora, el eurocomisario de Transporte, el griego Apostolos Tzizikostas, quiere elaborar un nuevo estudio de impacto para apoyar la propuesta original, con el fin de llegar a un acuerdo para abolir la medida y, además, decidir en qué zona horaria desean fijarla cada ejecutivo en sus respectivos países.

Este segundo aspecto, en el caso de la península ibérica, añade complejidad a la toma de decisión, ya que el huso horario no es el que le corresponde por su situación geográfica: razones políticas llevaron al país a imponer en 1940 la misma hora que en Alemania o Italia, cuando en realidad le correspondería la que hoy día mantienen las islas Canarias, Portugal o el Reino Unido.

Un país ancho

Además, hay que contar con la configuración de España, un país más ancho que la mayoría de los europeos, con lo que ello supone de diferencias para los ciudadanos que habitan en el este respecto a los que lo hacen en el oeste.

En ese sentido, Sánchez y varios de sus ministros han defendido terminar con los cambios pero no han aclarado cuál debería ser el horario definitivo.

Si finalmente se optara por el de invierno durante todo el año, el país estaría más alineado con la posición del sol, por lo que amanecería y anochecería una hora antes de lo que lo hace ahora y ello llevaría consigo diversos cambios que nos acercarían a las costumbres europeas: desde las horas de comidas hasta las de sueño.

Si se optara por el de verano, las tardes se alargarían y ello beneficiaría al ocio y el turismo, pero muchos españoles comenzarían su jornada escolar o laboral todavía de noche con los efectos que ello pudiera tener desde el punto de vista biológico.

El empujón

Esta semana también el negociador jefe de esta responsabilidad en la Eurocámara, el eurodiputado sueco Johan Danielsson, ha mostrado su apoyo a la propuesta española que, ha asegurado a EFE, tiene "la esperanza de que sea el empujón" que permita avanzar.

"Sabemos que al menos un 20 % de la población enferma" con esta medida, ha asegurado, mientras que "los beneficios del cambio de hora estacional y el ahorro de energía ya no se aplican en nuestras sociedades modernas: no hay razones para mantenerlo".

Danielsson ha recordado que la Eurocámara está preparada para dar el paso adelante desde 2019.

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