ENTREVISTA

Isabel Rubio, oncóloga: "Hay que invertir en cribados personalizados de mama"

La cirujana oncológica Isabel Rubio, portavoz del Congreso Europeo de Cáncer de Mama que se celebra en Barcelona, ha subrayado que los gobiernos deben priorizar la inversión en cribados de mama más personalizados, en función del riesgo de cada mujer.

Isabel Rubio, portavoz del Congreso Europeo de Cáncer de Mama

Isabel Rubio, portavoz del Congreso Europeo de Cáncer de MamaEFE

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Licenciada por la Universidad de Salamanca y especializada en cirugía general en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, Isabel Rubio trabajó durante 15 años en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y actualmente es directora de la Unidad de Patología Mamaria de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, además de presidenta de la Sociedad Europea de Cirugía Oncológica (ESSO, siglas en inglés).

En una entrevista con EFE en una de las pocas pausas de que dispone en el Congreso Europeo de Cáncer de Mama (EBCC, siglas en inglés), que reúne a más de mil expertos hasta mañana en Barcelona, Rubio ha destacado la importancia de este cónclave "único", porque reúne "a todos los especialistas", desde el que hace la investigación básica, el ensayo clínico, el seguimiento de tratamientos, el psiconcólogo y, no por último menos importante, la paciente.

En este sentido, la coalición internacional de organizaciones de pacientes Europa Donna es una de las entidades organizadoras del EBCC, junto con la sociedad europea de especialistas en cáncer de mama Eusoma y la Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer (EORTC, siglas en inglés).

"Esto es importante porque el cáncer tiene ahora unas supervivencias altas y tenemos que tener en cuenta las opiniones de las pacientes durante el tratamiento, porque, si no sabemos cómo lo viven, no podremos mejorar su calidad de vida", ha remarcado la doctora.

Poner el foco en el cribado

Para garantizar buenas tasas de supervivencia y de calidad de vida es fundamental detectar el cáncer en las fases más iniciales, así que hay que "poner el foco en el cribado", que cada vez tiene que ser más personalizado, ha defendido.

En España el cribado se hace mediante una mamografía cada dos años a todas las mujeres de 50 a 69 años, pero la oncóloga considera que debería modularse en función del riesgo alto, medio o moderado de cada persona, que en algunos casos puede no ser una cuestión de edad, sino de componentes genéticos heredados.

"Hay mujeres con muy alto riesgo de cáncer de hasta el 80 % por una mutación de un gen y a este grupo de mujeres hay que hacerles pruebas radiológicas frecuentes para detectar de forma precoz, pero para el resto, en función de si son de riesgo bajo o medio, a lo mejor no todas necesitan una mamografía cada dos años; igual unas cada año y otras cada tres", ha ejemplificado la doctora salmantina.

Así, consistiría en diversificar pruebas (a unas mujeres les bastaría una mamografía y otras requerirían una resonancia), ampliar el abanico de edad y ajustar las frecuencias de las pruebas, unos cambios que supondrían "una inversión brutal" pero que Rubio cree que es "el momento de empezar a plantearse que esto es lo que hay que hacer".

"Los gobiernos tienen que entender que hay que gastarse el dinero en la detección precoz y en la prevención, porque de esta manera estas pacientes no tendrán que recibir luego tratamientos que son carísimos y tendrán tasas de supervivencia más altas", ha resaltado la presidenta de ESSO.

Mamografía para detectar el cáncer de mama
Mamografía para detectar el cáncer de mama | BluePlanetEarth para iStock

Reconstrucción de mama inmediata

Si la tarea del equipo multidisciplinar que atiende a una paciente no solo es salvar su vida sino mejorar su calidad de vida, la reconstrucción mamaria inmediatamente posterior a una mastectomía (extirpación del seno) es un elemento clave.

"Toda paciente a la que se le va a practicar una mastectomía se le debe ofrecer la reconstrucción inmediata, porque se ha visto en estudios que la calidad de vida es mejor que si es una reconstrucción diferida", ha enfatizado Rubio.

El problema aparece cuando, después de la extirpación, la paciente va a necesitar radioterapia, que no es una contraindicación pero sí "puede empeorar el resultado estético de la reconstrucción".

Aunque para salvar este problema, ha asegurado la cirujana, existe la técnica de "inmediata diferida", por la que se coloca un expansor o implante de manera temporal y, cuando terminan las sesiones de radioterapia, se procede a la reconstrucción definitiva.

Así pues, "estos debates deberían terminarse", porque, según Rubio, a más del 90 % de las mujeres que se les informa de que hay opciones de reconstrucción mamaria inmediata incluso con radioterapia dicen que sí la quieren.

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