PENSIONES Y ENVEJECIMIENTO DEMOGRÁFICO
¿Será necesario retrasar la jubilación hasta los 68 años?
Aunque de momento la previsión es que la edad de jubilación se retrase hasta los 67 años, el envejecimiento poblacional y la baja natalidad podrían derivar a que en los próximos años se tenga que replantear nuevamente la edad de jubilación o fomentar nuevas políticas para sostener el sistema de pensiones, según un informe realizado por Caixabank Research.

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CaixaBank Research junto BPI Research ha elaborado un informe sobre Desafíos y políticas en la era de la longevidad, en el analizan sobre todo el cambio demográfico al que se enfrenta el planeta en general y sobre todo España y cómo afecta a las finanzas de nuestro país, una de las grandes preocupaciones ante la baja natalidad y el envejecimiento de la población es lo que ocurrirá con el actual sistema de pensiones.
Cada año la edad actual de jubilación se va alargando, este 2025 se encuentra en 66 años y 8 meses, hasta llegar a los 67 años en 2027. Sin embargo, a pesar de que cada vez llegamos con mejor salud a esta edad, es complicado mantener o encontrar un trabajo una vez se pasa los 50 años debido al temible edadismo laboral, lo que complica cada vez más llegar a esa edad de jubilación con una pensión decente. Además, las previsiones tampoco son halagüeñas ya que según el último informe publicada por CaixaBank Research la ratio de dependencia en 2050 será del 61%, lo que equivale a que por cada jubilado solo habrá 1,6 personas en edad de trabajar. Actualmente nos encontramos en el 36% es decir que por cada persona mayor de 65 años hay 2,6 personas en edad de trabajar. Por lo tanto, tampoco es descartable que en unos años se tenga que ampliar nuevamente la edad de jubilación.
Para mitigar este problema de envejecimiento poblacional y su efecto en la economía el dossier propone prolongar la vida laboral, que normalmente empieza a descender más abruptamente a partir de los 60. "Se pueden implementarse incentivos para ajustar la edad de jubilación efectiva a la legal, favorecer la compatibilidad de retiro y ciertas modalidades de empleo, reforzar las políticas activas con un aprendizaje continuo y mejorar las condiciones de salud con las que se afronta el envejecimiento". Destaca el informe.
Desafío para el gasto público
El dossier también señala que en lo referente al gasto público de España no solo hay que tener en cuenta las pensiones sino también el gasto en sanidad y cuidados que evidentemente irán aumentando con el envejecimiento poblacional España pasaría del 20,3% del PIB en 2022 al 25,5% en el 2050. En términos de gasto público primario, el informe afirma que "el gasto ligado al envejecimiento representaría en España el 56% del total en 2050 frente al 48% actual."
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