MES DE LA MUJER

Cómo combatir la discriminación por edad y género en el ámbito laboral

A pocos días del 8 de marzo, ofrecemos una serie de medidas estratégicas para combatir la discriminación por género y edadismo en las empresas.

Colegas de trabajo de diferente género y edad

Colegas de trabajo de diferente género y edadiStock

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La discriminación de la mujer en el mercado laboral es una realidad la mayoría de veces ocasionada por los prejuicios sociales. Unos prejuicios a los que también se le ha unido la edad. En ese sentido, cada vez son más las mujeres y mayores de 55 años que poseen cierta dificultad a la hora de encontrar un trabajo, por lo que se habla de una doble discriminación.

Es por ello, que cada empresa debe estudiar cuáles son las medidas más convenientes en función del compromiso que posea con la Diversidad. Desde la Fundación Adecco, ofrecen una serie de pautas a seguir y, con ello, evitar una discriminación por género y edad en el ambiente laboral.

En primer lugar, ofrecer un lenguaje neutro y no discriminatorio en las ofertas de empleo. Esto quiere decir que, a la hora de reclutar candidatos, hay empresas que se dirigen en su mayoría a un sexo y a una edad concreta más que a otros, descartando en su mayoría a mujeres y con cierta edad. Por lo tanto, es fundamental usar el lenguaje neutro y libre de condicionamientos y valoraciones, haciendo que atributos como el sexo o la edad tengan menor peso que el talento y capacidades.

Mujer mayor trabajando
Mujer mayor trabajando | iStock

Relacionado con esto, la Fundación Adecco propone la posibilidad de currículum ciego. En ese sentido, se refiere a la constitución de un nuevo modelo basado en retirar todo dato vinculante al sexo, edad o profesional. Todo ello, con el objetivo de que las empresas cuenten única y exclusivamente con la información relevante para el puesto, como la experiencia o las capacidades y evitando así los prejuicios sociales.

Por otro lado, en el ámbito institucional, es necesario incorporar un principio de igualdad de género en todas las políticas de empresa. Es decir, prohibir la discriminación de cualquier tipo, tanto en los procesos de selección, como el los de retribución, promoción... Se trata de un principio integral que garantice la igualdad entre hombre y mujeres y sin importar la edad. Todo ello, con diseño de protocolos de prevención, así como de denuncia en el caso de que hubiera denuncia de acoso sexual.

Del mismo modo, la educación es una parte fundamental. Por lo tanto, la formación en los Departamentos de Recursos Humanos a la hora de fomentar la diversidad es esencial para incorporar una cultura corporativa, siendo capaces de detectar cualquier tipo de discriminación en el trabajo.

Vinculado a esa educación, es importante eliminar la percepción de la población a la hora de pensar que los mayores reducen las posibilidades de trabajo para los más jóvenes. Cada uno aporta unas capacidades distintas entre ellos y enfocados a un sector concreto. Por lo tanto, es esencial implantar esa diversidad generacional dentro del ambiente laboral. El talento joven, pero sobre todo el sénior sigue constituyendo un valor en alza. Un talento con mucha experiencia pero que en muchas ocasiones se ven impuestos por una jubilación forzosa por parte de las empresas, sobre todo en las mujeres.

Por lo tanto, es fundamental impulsar un cambio de cultura organizacional, sobre todo en lo que a empresas se refiere. De esta manera, se producirá un compromiso que anticipe este tipo de discriminación y desarrollará una serie de mecanismos que reduzcan los prejuicios y valoren aspectos verdaderamente esenciales e intrínsecos, como las competencias y talento, ya sea mujer o mayor de 55 años.

Hablando en Plata» Economía

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