JUBILACIÓN
Italia profesionaliza a los jubilados que miran obras y los convierte en supervisores
Uno de los tópicos más comunes para describir a un jubilado es que se pueden pasar horas mirando trabajos de construcción. Italia ha dado un paso más y ha convertido a los jubilados en supervisores de obras públicas, aprovechando su tiempo y sabiduría.
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Supervisar las obras de tu barrio. Si lo vas a hacer de todas formas... mejor profesionalizarlo. Es lo que han pensado en Italia: integrar jubilados como supervisores voluntarios en proyectos de obras públicas. Se aprovecha la experiencia de las personas mayores, se les mantiene activos y se fortalecen los lazos comunitarios.
En Villasanta, un municipio de 14.000 habitantes en la provincia de Monza, ya se ha puesto en marcha este programa. Ocho jubilados con formación técnica han sido seleccionados para supervisar obras públicas, controlar el estado de calles, parques y carreteras. Esta iniciativa, impulsada por el alcalde Lorenzo Galli, busca fomentar la participación ciudadana y aprovechar el talento de los vecinos jubilados para el beneficio colectivo.
Siguiendo este ejemplo, Cremona también quiere incorporar jubilados para supervisar obras. Aunque aún en fases iniciales, la ciudad ha mostrado interés en aprovechar la experiencia de sus ciudadanos mayores para mejorar la seguridad y eficiencia en los proyectos de infraestructura.
Los 'umarells': los inspectores de obras
En Italia, el término 'umarell' se utiliza cariñosamente para describir a los jubilados que observan obras en construcción. En solitario o en pequeños grupos. Manos a la espalda, realizando comentarios entre ellos o marcando posible fallos desde el otro lado de la zanja. Aunque tradicionalmente se ha visto como una figura entrañable y pasiva, algunas ciudades han decidido canalizar esta atención en una fuerza positiva para la comunidad. Giovanni Rossi, un jubilado de 68 años con experiencia en ingeniería civil, está encantado con esta iniciativa. "Después de tantos años trabajando en obras, es gratificante poder seguir contribuyendo a mi ciudad de una manera significativa."
Laura Secchi, directora de Ance Cremona, la más importante asociación de constructores de esta localidad, destaca la importancia de esta colaboración. "Integrar a nuestros jubilados en la supervisión de obras no solo mejora la calidad de los proyectos, sino que también enriquece nuestra comunidad al valorar la experiencia y el conocimiento de nuestros mayores."
Bolonia ha sido una de las primeras ciudades en reconocer culturalmente a los 'umarells'. En 2017, inauguró la 'Piazzetta degli Umarells' en honor a estos jubilados que observan obras de construcción. Además, se han desarrollado aplicaciones móviles y calendarios dedicados a esta figura, reflejando su importancia en la cultura local.
En 2015, Riccione destinó un presupuesto de 11.000 euros para contratar a jubilados que supervisaran obras públicas. Su labor incluía contar camiones que entraban y salían de los sitios de construcción y vigilar cuando las obras estaban desatendidas.
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