SEGÚN DATOS DEL INE

Esperanza de vida: Casi dos de cada tres personas mueren con más de 80 años

El envejecimiento de la población eleva la proporción de fallecimientos en edades avanzadas, duplicando la cifra desde el año 2000

Grupo de ancianos charlando

Grupo de ancianos charlandoiStock

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El envejecimiento progresivo de la población española, junto con el aumento de la esperanza de vida, ha llevado a un notable incremento en el número de personas que fallecen a una edad avanzada. Actualmente, el 30% de los fallecidos en España tienen 90 años o más, una proporción que ha duplicado en comparación con el año 2000, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE).

De acuerdo con las estadísticas, de cada 100 fallecidos en España, 30 tenían 90 o más años, 33 entre 80 y 89 años, 18 entre 70 y 79 años, 10 entre 60 y 69, cinco entre 50 y 59 años, dos entre 40 y 49 años y uno menos de 40 años. En contraste, en el años 2000, solo 14 de cada 100 fallecidos tenían 90 o más años, lo que demuestra un significativo cambio demográfico.

Este aumento en la longevidad refleja también en la esperanza de vida en España, que es la más alta de la Unión Europea con un promedio de 84 años, superando en tres años y medio la media comunitaria de 81,5 años, según datos de Eurostat.´

A pesar del aumento en la proporción de fallecidos mayores de 90 años, la franja de edad con mayores números de fallecimientos sigue siendo la de 80 a 89 años, representando el 33,06% de los fallecidos en la actualidad, frente al 33,73% en el año 2000. Combinando ambos grupos, se observa que casi dos de cada tres personas (62,77%) que fallecen en España tienen 80 o más años, lo que supone un incremento de 15 puntos porcentuales desde finales del siglo XX.

En cuanto a las diferencias territoriales, en el envejecimiento de la población también son notables. Castilla y León, La Rioja y Aragón lideran con las tasas más altas de fallecidos mayores de 90 años, mientras que Canarias, Andalucía y Murcia registran las tasas más bajas. Además, las comunidades insulares y ciudades autónomas como Canarias, Melilla y Ceuta muestran los mayores porcentajes de fallecidos con menos de 40 años.

En resumen, el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida en España han transformado el perfil de las edades en las que se producen los fallecimientos, con una mayor proporción de personas que mueren a edades avanzadas.

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