Agatha Ruiz de la Prada y Andrés Sardá, diseños que nunca pasan de moda

Los diseños coloristas de Agatha Ruiz de la Prada y la sofisticada lencería de Andrés Sardá, creaciones que nunca pasan de moda, han sido los primeros desfiles de la 77 edición de la pasarela madrileña, con lleno total, a la que por primera vez los amantes de la moda pueden acceder previo pago de 60 euros por desfile.

La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, Premio Nacional de Diseño y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, ha inaugurado este jueves la edición con un desfile "experimental" en el que los aromas han sido el punto de partida.

El actor Antonio Banderas ha aplaudido el desfile de Agatha Ruiz de la Prada, que ha mostrado una colección inspirada en los cinco perfumes que tiene en el mercado.

A lo largo del desfile se han visto coloristas y divertidas propuestas serigrafiadas con la palabra "love" o bien adornadas con flores, gotas de aguas, labios y ojos.

"Es un desfile experimental con aroma incluido", dice a EFE la diseñadora, que ha subido a la pasarela su mítico vestido "menina" en dorado, caftanes, capas y minifaldas.

En esta ocasión, además de manejar la paleta cromática con destreza, ha jugado con las superposiciones que se han visto en propuestas de organzas transparentes.

El brillo de las lentejuelas no pasa por alto en las propuestas "más nocturnas", advierte Ruiz de la Prada, que se lamenta de que la gente no se atreva con sus creaciones.

"Mis diseños no pasan de moda; cuanto más tiempo pasa, más atractivos me resultan. Entre mis favoritos están los de hace más 35 años", y asegura que "sería muy interesante que la gente joven tuviera acceso a la moda a través de un bono cultural".

Un invernal pueblo de montaña es el destino que invita a visitar Nuria Sardá, directora creativa de Andrés Sardá, en su propuesta para el próximo otoño-invierno para el que diseña una lencería para cada momento del día.

"No siempre necesitamos las mismas prendas", explica momentos antes del desfile.

"Nada tiene que ver la mañana con la noche o con un momento para hacer deporte", comenta la diseñadora, que advierte que la lencería vuelve a subir enteros en el día a día.

"Creo que tiene que ver con el empoderamiento de la mujer. La lencería vuelve a ser visible a cualquier hora del día y en mujeres de todas las edades", asegura.

Abrigos y chaquetas de piel ecológica descubren en su interior delicados bordados, lencería clásica en raso de seda que contrasta con licra "clean cut" y tirantes más anchos.

Bordados franceses en color plata combinados con raso, estampado animal, tules dorados y cristales de Swarovski visten con diseños de lujo a una mujer multitarea.

La influente Dulceida ha abierto y cerrado el desfile. "Representa los valores de nuestra marca: es una mujer supertrabajadora y una profesional emprendedora".

Carmen Martín/Inmaculada Tapia

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