EFEMÉRIDES

40 años de la firma de España en la CE

El 12 de junio de 1985, hace hoy cuarenta años, España firmaba en Madrid el tratado de adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea. Empezaba una historia que transformó social y económicamente al país.

Felipe González, en el momento de firmar el acta de adhesión a la CE

Felipe González, en el momento de firmar el acta de adhesión a la CEAgencia EFE

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Aquel día se daba un paso fundamental para completar la unidad del viejo continente y también para "superar el aislamiento secular de España", como manifestó el presidente del Gobierno, Felipe González, al estampar su firma en el documento.

Estas son algunas de las etapas claves de España en estas cuatro décadas:

Del tratado de adhesión al fin de las fronteras

En un acto solemne presidido por el rey Juan Carlos en el salón de columnas del Palacio Real, firmaron el tratado junto a González el entonces ministro de Exteriores, Fernando Morán; el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Manuel Marín; y el embajador Gabriel Ferrán.

Habían pasado casi ocho años desde que el Gobierno de Adolfo Suárez solicitara oficialmente la apertura de negociaciones. Era, en palabras de González, "una cuestión de Estado", ya que reflejaba el deseo abrumadoramente mayoritario de los españoles de unirse a un proyecto de "libertad, progreso y democracia".

En 1987 tuvieron lugar ya en el país las primeras elecciones al Parlamento Europeo y, solo tres años después de la adhesión, en 1989, España accedía a su primera presidencia europea, por riguroso orden alfabético.

El país se sumó pronto a iniciativas pioneras que nacían en Bruselas y en 1987 fue uno de los once países que inauguraron el programa Erasmus, diseñado para potenciar el espíritu europeo a través del intercambio de universitarios.

En su primer año académico salieron a estudiar a otro país europeo alrededor de 3.200 estudiantes, 95 de ellos españoles.

Desde entonces, más de 15 millones de personas han participado en un programa que ahora se denomina Erasmus + y que, además de universatarios, cubre la movilidad de estudiantes de otros niveles, profesores, alumnos en prácticas y deportistas.

El siguiente paso de gigante fue el acuerdo de Schengen, que, de nuevo de la mano, firmaron España y Portugal en Bonn (Alemania) en 1991.

Se unían así al proyecto que habían lanzado en 1985 Luxemburgo, Holanda, Alemania, Francia y Bélgica con el objetivo de suprimir las fronteras interiores y permitir la libre circulación de personas y mercancías.

El tratado entró en vigor el 26 de marzo de 1995 en aquel bloque avanzado de siete países. El 1 de junio, cuando concluyó la eliminación de controles en las fronteras terrestres, España sólo mantuvo pasos fronterizos con Andorra, Marruecos (Ceuta y Melilla) y Gibraltar.

La llegada del euro

La introducción del euro como divisa en los mercados financieros mundiales se produjo el 1 de enero de 1999, aunque los billetes y monedas no llegaron a los bolsillos de los ciudadanos hasta 2002.

España formaba parte del nuevo del primer grupo de la zona euro, integrado por once países. El euro se cambió a 166,386 pesetas.

La inflación se elevó del 2,7 % de diciembre de 2001 al 4 % en diciembre de 2002, pero las asociaciones de consumidores denunciaron que el incremento de los precios fue mayor, porque en muchos casos se aplicó el cambio de 1 euro por 100 pesetas.

Las pesetas se pudieron cambiar durante dos décadas, y cuando acabó el proceso, según los datos del Banco de España, quedaron sin canjear billetes y monedas por valor de 1.575 millones de euros, ahora meros recuerdos y objetos de colección.

A pesar de la pérdida de autonomía en política monetaria, los expertos coinciden en que la moneda única impulsó el crecimiento de la economía española y la estabilidad financiera.

La crisis de la deuda y el rescate de la banca

Una bonanza que comenzó a quebrarse en 2008, al saltar por los aires la burbuja de las hipotecas basura en Estados Unidos.

La crisis se trasladó a los mercados financieros, la economía mundial entró en recesión y comenzó la que se denominó crisis de la deuda soberana, que afectó de lleno a España.

En el verano de 2012 el Gobierno solicitó formalmente "asistencia financiera" a la UE y el Eurogrupo aprobó un préstamo de hasta 100.000 millones de euros -se utilizaron 41.300 millones- para rescatar a la banca española.

Comenzaba entonces un largo periodo de reformas, ajustes y recortes para reducir el gasto público, medidas que distanciaron a muchos españoles de la UE.

Fue la época de la austeridad, con la entonces canciller alemana, Angela Merkel, como guardiana de las reformas en Grecia, Portugal, Italia y España. "Mi reputación en estos países quedó completamente arruinada", confesó en sus memorias.

La pandemia, la guerra de Ucrania y los nuevos fondos

La detección en Europa de los primeros casos de coronavirus pusieron a prueba las costuras de la unidad europea.

Con miles de muertos y hospitales a punto de colapsar, España adoptó algunas de las medidas más duras de confinamiento para contener el virus, se paralizó la actividad económica, el PIB se desplomó y se disparó el déficit público y la deuda.

En julio de 2020, los líderes comunitarios acordaron un plan histórico para movilizar hasta 750.000 millones de euros en subvenciones y préstamos; la Comisión Europea emitiría deuda para captar financiación en los mercados.

España tiene previsto recibir del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia (MMR) 140.000 millones en transferencias y créditos hasta 2026, a cambio de un plan con objetivos semestrales en el que el Gobierno incluyó desde la reforma laboral y de pensiones a proyectos de transformación energética, iniciativas para impulsar la digitalización del país o medidas para modernizar la administración.

Y tras la pandemia, la guerra de Ucrania y la espiral de la inflación, combatida desde 2022 por el Gobierno con sucesivos paquetes de ayudas sociales y rebajas de impuestos.

Una respuesta europea "solidaria y abierta" que defiende el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente a la "Europa de los recortes". Y es más, quiere que España sea su motor.

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