UN DÍA COMO HOY

Se cumplen 30 años de la muerte de Kurt Cobain, la última gran estrella del rock que prefirió quemarse a apagarse lentamente

El 5 de abril de 1994 el músico Kurt Cobain se quitó la vida en su casa de Seattle ingresando en el infame club de los 27. Desde entonces, el abanderado grunge ascendió como el último gran mártir del rock y un romántico que sigue muy vivo en las nuevas generaciones.

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Un rompedor estilo musical y cultural comenzó a forjarse a finales de los años 80 en el noroeste norteamericano. Su epicentro fue Seattle y en sus locales alternativos sonaban unas letras agresivas, pesimistas y viscerales a veces, que trataban temas como la alienación con los que muchos miembros de la generación X se sintieron identificados.

Pearl Jam, Green River, Soundgarden, Alice in Chains o Nirvana fueron algunos de los grupos que abanderaron esta nueva música. Precisamente, esta última banda, liderada por Kurt Cobain, fue su máxima exponente a nivel comercial.

El malogrado cantante formó junto a Krist Novoselic y Dave Grohl un grupo que tocó desde 1987 hasta su muerte en 1994, por la cual ascendió al olimpo del rock and roll como uno de sus últimos enfant terrible.

A través de su pasión, llegó a lo más alto sin perder unos ideales románticos que, unido a un cóctel de autodestrucción y drogas, provocaron su triste final.

Kurt Cobain
Kurt Cobain | Cordon Press

Primeros años y el ascenso al éxito que tanto temió

Kurt Donald Cobain, nacido el 20 de febrero de 1967 en Aberdeen, Washington (EE.UU.). Criado en el modesto hogar de un mecánico y una secretaria, el divorcio de éstos cuando tenía 9 años, provocaron que el carácter del joven se volviera ingobernable.

Durante los años posteriores, alternó temporadas en la casa rodante de su madre, en la nueva casa de su padre y su madrastra o en el de los abuelos paternos, durmiendo en ocasiones entre sofás de conocidos o incluso en la calle. Ese niño alegre, que plasman documentales como Kurt Cobain: Montage of Heck, se convirtió en un adolescente volátil y rebelde que comenzó a fumar marihuana, antes de probar en 1987 la heroína, entre otras, como fórmula para combatir unos dolores estomacales que nunca pudieron ser diagnosticados.

Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl, integrantes de Nirvana
Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl, integrantes de Nirvana | Cordon Press

Tras despuntar con Nirvana en la escena alternativa de Seattle, firmó con la discografía independiente Sub Pop para hacer Bleach (1989), el disco debut del grupo, resultado de 30 horas de grabación que costaron poco más de 600 dólares y que vendió alrededor de 40.000 copias.

En 1991 Nirvana dio el salto con un gran sello como lo era DGC Records y presentó Nevermind, con la conocidísima portada de un bebé buceando desnudo detrás de un billete de un dólar. Inesperadamente, esta disco se convirtió en sello y bandera de la revolución grunge y los catapultó a un éxito que Cobain no pudo soportar.

Con el himno generacional Smells Like Teen Spirit, Come As You Are o In Bloom, el álbum desbancó a Michael Jackson del primer lugar de Billboard, obtuvo 10 discos de diamante en EE.UU., vendió más de 30 millones de copias en el mundo y fue considerado en 2020 el sexto mejor disco de la historia por la revista Rolling Stone.

Portada del disco Nevermind, de Nirvana
Portada del disco Nevermind, de Nirvana | Cordon Press

Sus últimos momentos y una noticia que impactó al mundo

La felicidad le inundó una última vez en 1992 tras el nacimiento de su hija, Frances Bean. Mientras, Nirvana seguía creciendo y en 1993 se lanzó el álbum In Utero, consiguiendo de nuevo un tremendo éxito a la par que el cantante nunca intentaba gestionar sus demonios.

Después de varios episodios con mezcla de drogas y en medio de una espiral de la que sus seres cercanos se temían lo peor, Cobain estuvo en paradero desconocido varios días, provocando que su esposa, Courtney Love, contratara a un investigador privado. El 8 de abril fue encontrado muerto de forma accidental por un electricista en el invernadero de su casa en Seattle.

Se había disparado con una escopeta tres días antes, el 5 de abril, y había dejado una nota en las que abría su corazón como pocas veces se ha visto en una estrella de su envergadura:

"Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste […] ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo".

Kurt Cobain y Courtney Love con su hija
Kurt Cobain y Courtney Love con su hija | Cordon Press

Con su muerte, su nombre se unió al conocido como grupo de los 27, una suerte de grupo formado por varias estrellas (Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones o Amy Winehouse), que murieron a esa edad.

Su legado hoy en día es innegable y su estética ya sea en fondo o forma impregna desde marcas de moda a superproducciones de Hollywood como la última entrega de Batman protagonizada por Robert Pattinson.

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