NUTRICIÓN

¿Deberíamos sustituir la sal? El consumo mundial de sodio aún supera el límite diario recomendado

La sustitución de sal se asocia con un menor riesgo de mortalidad cardiovascular por todas las causas.

Echando sal a la comida

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Una revisión sistemática de 16 ensayos controlados aleatorios realizada por investigadores de la Universidad Bond, Queensland, Australia, encontró que el uso de un sustituto de la sal en la preparación de alimentos se asociaba con un menor riesgo de mortalidad cardiovascular y por todas las causas. El análisis se publica en Annals of Internal Medicine.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial y su aparición se asocia con una ingesta elevada de sodio en la dieta. A pesar de los llamamientos de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud para que las personas de todo el mundo reduzcan la ingesta de sodio, el consumo mundial de sodio aún supera el límite diario recomendado. Sustituir la sal de mesa por un sustituto que contenga sodio reducido y potasio aumentado puede ser una estrategia mínimamente invasiva y factible para reducir la ingesta de sodio.

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Salero | iStock

Los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática y un metanálisis de 16 ensayos controlados aleatorios (ECA) de personas que utilizaron sal de mesa habitual o sustitutos de la sal durante al menos seis meses. Descubrieron que la sustitución de la sal puede reducir la mortalidad cardiovascular o por todas las causas, pero la evidencia de que reduce los eventos cardiovasculares y no aumenta los eventos adversos graves es incierta. Los autores encontraron que ocho de los 16 ECA incluidos estudiaron resultados primarios. De estos, 7 estudios se realizaron en China o Taiwán. Además, 7 de los 16 estudios incluyeron a personas mayores, que tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Debido a estos factores, la generalización a una población con un riesgo promedio de enfermedad cardiovascular o que sigue una dieta occidental es limitada.

Un editorial adjunto escrito por autores de la Universidad de Sydney, la Universidad de California en San Diego y la Universidad de Nueva Gales del Sur destaca la falta de cambios realizados por los gobiernos y la historia de la producción mundial de alimentos para abordar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de reducir el consumo mundial de sodio en 30 por ciento para 2025. Los autores sugieren que el uso generalizado de sustitutos de la sal proporciona un medio alcanzable y accesible para alcanzar ese objetivo para la industria mundial de producción de alimentos.

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