CRIBADO DE FRAGILIDAD

El 35% de los ancianos frágiles ha sufrido alguna caída previa

Un estudio llevado a cabo por enfermeras de Atención Primaria sobre la fragilidad en los ancianos ha determinado que al menos el 35% de los ancianos frágiles según los test TUG y SBPP se habían caído en el último año.

Persona mayor con andador

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El 35 por ciento de los ancianos frágiles ha sufrido alguna caída previa, según los resultados de un estudio realizado por enfermeras de Atención Primaria de la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC).

"La Atención Primaria es el nivel por excelencia que permite un cribado de fragilidad de gran escala. Las enfermeras disponemos en las consultas de herramientas para realizar test funcionales que nos permiten detectar la fragilidad y el riesgo de caídas, aunque no existe un consenso internacional en la prueba estándar para incorporar en la Atención Primaria", ha explicado la enfermera de la AIFiCC, M. Àngels Costa.

En este contexto, se ha analizado la fragilidad sobre una muestra de 83 pacientes que pertenecen a un centro urbano, el EAP Onze de Setembre de Lleida, de entre 65 y 80 años sin deterioro cognitivo e independientes para realizar las actividades básicas de la vida diaria, y si las caídas, que son una importante causa de discapacidad, tienen una relación muy directa con la fragilidad.

Los participantes se sometieron a diferentes pruebas funcionales para determinar presencia o no fragilidad. Por un lado, el test 'TUG', que mide el tiempo necesario para levantarse de una silla, caminar hasta una marca situada a tres metros y volver y sentarse de nuevo en la silla. Esta prueba permite valorar el riesgo de caída, por lo que si se hace todo el recorrido en menos de 10 segundos indica no riesgo. A partir de 10 se considera prueba alterada y si tarda 20 o más segundos se considera frágil con un riesgo elevado de caídas.

La otra prueba que se utilizó fue el 'SBPP', test ampliamente reconocido para detectar la fragilidad y que nos permite conocer la capacidad funcional de la persona. Consta de tres pruebas que miden equilibrio, fuerza y velocidad de la marcha. También se utilizó la prueba de velocidad de la marcha de cuatro metros y el test de levantarse de la silla cinco veces, ambos están validados para detectar fragilidad.

En el estudio se identificó como frágil tardar más de 10sg para andar los tres metros y tardar más de 16.7 segundos en el test de levantarse cinco veces de la silla, tener una velocidad de la marcha superior a los 0'8 metros por segundo o una puntuación total del test SPPB de 10 puntos.

De las 83 personas de la muestra (54 mujeres y 29 hombres) y con una media de edad de 72 años, un 30,1 por ciento de los individuos se mostraron frágiles según el test 'SPPB', un 15 por ciento frágiles por la velocidad de la marcha de cuatro metros, un 49,4 por ciento tuvieron una prueba alterada según el test 'TUG' sin observar a nadie con valores de más de 20 segundos y un 21,2 por ciento daban resultados de fragilidad en la prueba de levantarse de la silla.

Los resultados mostraron que casi un 35 por ciento habían caído en el último año, observando una relación significativa con el sexo femenino, por el contrario, no se halló relación con la edad ni el nivel de estudios. "El mayor porcentaje de fragilidad se observa en las pruebas funcionales que incluyen valoración de la fuerza. Por su parte, el porcentaje de personas con caídas previas en población independiente que vive en la comunidad es elevado, siendo más frecuente en mujeres", han zanjado los investigadores.

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