ALQUILER
James Rhodes se ofrece a pagar el alquiler de una mujer mayor que quieren desahuciar y la propietaria se niega
Una mujer de 78 años fue denunciada por la propietaria de la vivienda que alquilaba por el impago de una deuda e iba a ser desahuciada. El pianista James Rhodes se ofreció a hacerse cargo de la deuda económica, pero se llevó una sorpresa al recibir una negativa como respuesta.
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Lleva casi 50 años viviendo en la misma casa situado en el barrio gótico de Barcelona, ahí ha criado a sus hijos y ahora podría verse en la calle a los 78 años por el impago de una deuda que asciende a los 177 euros. Aunque la realidad parece que esconde algo más que un simple impago.
Blanca Espinosa lleva de alquiler toda la vida, tiene 78 años y un contrato de renta antigua que le permitía vivir sin problemas. Sin embargo, en 2010 el edificio en el que Blanca vive cambió de propietarios.
Tras hacer unas obras en el piso de Blanca, esta debía afrontar unos 88 euros, sin embargo, la propia inquilina asegura que nunca se enteró de esta factura por lo que más adelante subió a 177. Sin embargo, según contaba la afectada a varios medios locales, la propietaria en lugar de avisarla nuevamente fue directamente a denunciarla al parecer con él único propósito de poder desahuciarla. Según la propia Blanca, la propietaria estaría interesada en que el edificio fuera únicamente para pisos turísticos.
El pianista James Rhodes, afincado en España tras escuchar la noticia, aseguró a través de sus redes sociales, que se puso en contacto con los propietarios del inmueble ofreciéndose a paga el alquiler de Blanca a precio del mercado (más del doble de lo que paga Blanca con la renta antigua) e incluso algún incentivo más con la finalidad de que Blanca pudiera vivir tranquila. Sin embargo, el pianista señaló que recibió un NO rotundo como respuesta.
Finalmente, decenas de personas se movilizaron para frenar el desahucio y la comitiva judicial que se ha personado para llevar a cabo el desahucio ha estado negociando con los mediadores municipales para resolver el problema e incluso un médico se ha desplazado para evaluar la salud de la mujer. De momento, este desalojo ha sido parado, pero según el último auto del tribunal de primera instancia aseguraba que la inquilina no se encontraba en situación de vulnerabilidad social o económica por lo que no podía seguir manteniendo en suspensión la orden para el desalojo de la vivienda.
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