FESTIVAL DE MÁLAGA

Elvira Lindo: "Se puede hacer todo a los 60"

La escritora Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, ha dado un giro a su vida debutando a los 60 años como directora de cine.

Elvira Lindo en el Festival de Málaga

Elvira Lindo en el Festival de MálagaAgencia EFE

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La escritora y guionista Elvira Lindo ha dado el salto a la dirección de cine casi treinta años después de su primera colaboración en una película por "la coquetería de debutar en algo a mi edad" y para dejar claro que "se puede hacer todo a los 60".

"Es una buena coquetería debutar a los 60, no solo por ser mujer, sino por combatir un cierto edadismo, que parece que a esta edad no puedes emprender proyectos nuevos, y yo no creo en eso", ha dicho la gaditana en una rueda de prensa en la que han participado también la codirectora Daniela Fejerman y tres de los protagonistas de "Alguien que cuide de mí", el título de su película, que este viernes inauguraba fuera de concurso el 26 Festival de cine de Málaga.

Lindo, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1998, tiene también una amplia carrera como guionista; de hecho, ha recordado que "La primera noche de mi vida", de Miguel Albadalejo, fue la primera película en ganar un Biznaga del Festival de Málaga.

A su lado, la argentina Fejerman ha explicado que la película parte de un relato de Elvira Lindo, ya pensado para ser convertido en película, una historia que es un homenaje a las mujeres que enfermaron de sida en los ochenta y no pudieron -ni les dejaron- contarlo abiertamente y un reconocimiento al trabajo del actor, sea cual sea el género en el que se halle.

"Y está también el asunto de aprender a cuidar, que en las relaciones familiares se da por sentado", añade Fejerman.

"Alguien que cuide de mí" está contada en capítulos que se presentan con un epígrafe; con un reparto coral encabezado por las actrices Aura Garrido, Emma Suárez y Magüi Mira, hija, madre y abuela, respectivamente, como representantes de tres generaciones de actrices, la película es un recorrido emocional por las relaciones humanas y familiares.

Nora (Garrido), que acaba de ganar un Goya, tiene un futuro profesional prometedor, pero su vida es un continuo equilibrio para acomodar los dos pilares de su vida: su abuela Lilith (Mira), que reinó durante décadas como gran dama del teatro, y su madre Cecilia (Suárez), cuya trayectoria profesional languidece tras haber conseguido cierta gloria en los 80.

Los celos, el amor mal entendido y la mutua dependencia fluyen entre ellas, acompañadas las tres por otras tantas figuras masculinas, que interpretan Pedro Mari Sánchez, Francesc Garrido y Víctor Clavijo, en una especie de apropiación de los temas de la obra de Chejov "La gaviota", que se está representando a la vez que se sigue la vida de los personajes.

Emma Suárez, en su papel de Cecilia, es el eje central de la historia. La madrileña ha destacado de la cinta el modo de "retratar personajes muy interesantes", como es esta mujer "rebelde, actriz en los 80, con las experiencias que eso conlleva".

"Una mujer que se ha dejado llevar, que fue icono representando el cabaret canalla de la época y que pasó al olvido. En el momento en que comienza la película, es aparentemente fuerte, pero en realidad muy frágil, y lo disfraza con sentido del humor". Además, surgen asuntos "derivados del paso del tiempo", desvela, "y hay secretos".

A Garrido le gustó de la cinta "la cantidad de capas y la profundidad del guion" y que hable de su profesión "como un trabajo más, con sus luces y sombres, con cosas que nos pasan en nuestra vida real".

Se suma Víctor Clavijo, que valora "el homenaje tan bonito al mundo de los actores" y la "mirada de ternura con la que los trata". "Todos los personajes son fácilmente reconocibles: es un muestrario de los estadios que nos esperan a todos", del éxito a la espera de una llamada y a la decadencia.

Este es el séptimo largometraje de la directora argentina (ya compitió por la Biznaga de Oro en 2009 con "Siete minutos", dirigida en solitario, y con "Semen, una historia de amor", 2005) y el primero en el que aborda el "estigma" de padecer el VIH siendo mujer.

"El colectivo gay fue el que empujó a la investigación, pero eso invisibilizó lo que pasaba con las mujeres y los niños que se morían de sida, que lo contraían por drogas o por sus parejas; eran momentos de relaciones muy abiertas", explica Lindo.

Fejerman añade que introdujeron la historia desde el punto de vista de hoy: "Fue muy difícil para estas mujeres que solo se lo contaron a sus hijos cuando estos ya eran mayores", agrega Lindo.

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