MODISMOS Y REFRANES

Acabar como el rosario de la Aurora: ¿de dónde viene esta expresión?

Repasamos el posible origen del popular modismo español "Acabar como el rosario de la Aurora". ¿Cómo se originó y se popularizó esta expresión?

Rosario

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Nuestro lenguaje es muy en refranes y expresiones que no siempre significan literalmente lo que la propia frase quiere transmitir. Es el caso de los modismos que según la propia RAE son expresiones fijas de una lengua cuyo significado no se deduce de las propias palabras que lo forman.

Uno de estos modismos que podemos encontrar dentro del lenguaje español es la expresión "Acabar como el rosario de la aurora", este modismo viene a significar que un evento ha sido un desastre y no ha terminado bien. Pero, ¿Cuál es su origen? Quizá lo primero que te venga a la mente al ver la palabra rosario sea la sarta de cuentas que se suele utilizar para practicar el rezo católico con el mismo nombre, sin embargo, no tiene tanto que ver con este objeto físico, aunque si está ligado con el rezo. En el caso de Aurora, aunque podamos pensar que se refiere a alguna mujer en particular en realidad está hablando del amanecer, puesto que aurora es otra forma también de definir el momento en el que sale el sol cada mañana.

Lo cierto es que rezar el rosario al amanecer (o a la aurora) si fue una costumbre que comenzó a arraigarse en nuestro país, donde la mayoría del pueblo profesaba la fe católica. Su evolución llegó hasta el punto de que la gente salía en procesión para rezar creando más adelante incluso cofradías. Durante el siglo XIX, se alzó un movimiento anticlerical que provocaban disturbios cada vez que los católicos salían a las calles a decir sus oraciones del rosario. De ahí principalmente podría venir la expresión con el significado que conocemos hoy en día.

No obstante, no se sabe a ciencia cierta el origen principal. Algunos historiadores aseguran que su origen podría estar en Valencia y en las revueltas anticlericales de la época, otros creen que su origen estaría en un pequeño altercado entre dos procesiones que hubo en Madrid a finales del siglo XVIII durante una Semana Santa, como así retratan cuadros como el de Eugenio Lucas Velázquez del mismo nombre Rosario de la Aurora. Las procesiones convergieron en una calle demasiado estrecha y tras no ceder ninguna acabó en una fuerte pelea que muchos achacaron que acabó "a farolazos". Aunque el historiador Manuel Garrucho Jurado señala que este evento no ocurrió en Madrid sino un pueblo de la provincia de Cádiz del cuál es nativo.

Para ello, el historiador se basa en un libro publicado en el año 1873 de José Sbarbi, llamado Florilegio o ramillete alfabético de refranes y modismos comparativos y ponderativos de la Lengua castellana donde señala que la frase vendría de esta situación que detalla "Acabará como el rosario de la Aurora. Este modismo, del cual nos servimos en lenguaje familiar para expresar que una cosa parará en mal, alude a cierto choque que hubo entre los que acompañaban al rosario que en muchos pueblos, particularmente de Andalucía, se canta y lleva procesionalmente por las calles los domingos al asomar la aurora; y tanto es así que se cree tuvo mal fin aquella contienda, que muchos suelen añadir al refrán el enunciado: que acabó a farolazos. Otros dicen: Acabará como el rosario de Espera, pueblo de la provincia de Cádiz, diócesis de Sevilla (a la que pertenecía todavía), en el cual suponen se verificó aquel funesto desenlace".

Esto verificaría según Sbarbi, que los altercados se dieron en realidad en el pueblo gaditano de Espera y por ello en muchos pueblos andaluces, la expresión se conoce más como "Acabar como el rosario de Espera".

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