CUIDADOS
Piernas cansadas y manos frías: las enfermedades vasculares que más afectan a las mujeres mayores
Con la edad, nuestro cuerpo cambia tanto por fuera como por dentro y la mala circulación sanguínea o las piernas cansadas suelen acompañar a muchas personas, sobre todo mujeres. Tomar medidas de prevención desde temprana edad puede resultar clave para retrasar su aparición e impacto.

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Las enfermedades vasculares son aquellas relacionadas con el sistema circulatorio, es decir, las relacionadas con venas y arterias y las mujeres son las que más sufren de ellas. Aunque no se vinculan únicamente con el envejecimiento, todas aquellas que las sufren suelen presentar muchas más molestias según avanzan los años.
En el caso de las mujeres, las varices son la patología vascular más común, pues suelen aparecer durante el embarazo y sus síntomas se agravan con el envejecimiento al ligarse con problemas de circulación más comunes en personas mayores.
La insuficiencia venosa de las extremidades, más conocida como las venas varicosas o varices, son venas hinchadas que se dejan ver por debajo de la piel, principalmente en las piernas.
Se forman cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente, haciendo que la sangre se acumule. Aun así, los antecedentes genéticos también aumentan el riesgo de padecerlas.
Entre los principales síntomas se encuentra la pesadez en las piernas, hormigueo o calambres nocturnos.
Pero además de las varices, otra de las afecciones más comunes que afectan a mujeres es el síndrome de Raynaud. Se trata de una enfermedad que hace que los vasos sanguíneos de los dedos de manos o pies se estrechen cuando se exponen al frío.
Esto provoca palidez, dolor, rigidez y hormigueo, que puede desembocar en dedos azules y rojos a medida que retorna el flujo sanguíneo.
Al igual que las varices, se trata de una enfermedad que suele aparecer en mujeres adultas, pero cuyos síntomas se ven agravados con el paso de los años.
Para intentar prevenir este tipo de afecciones o, al menos, retrasar su aparición y reducir su impacto, es importante cuidar de la salud cardiovascular.
Para ello es importante llevar una vida saludable y activa, controlar el colesterol y abstenerse del tabaco, sobre todo si existen antecedentes familiares.
Aunque pueda ser inevitable el padecer estas enfermedades vasculares, cuidar de nuestra salud puede evitar que un simple cansancio de piernas y unas manos frías desemboquen en enfermedades arteriales más preocupantes.
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