SEGÚN UN ESTUDIO

El calor, la mayor amenaza climática para la salud de los europeos

La Agencia Europea de Medio Ambiente ha publicado un estudio donde insiste en que al menos 15.000 personas han muerto por el calor en lo que va de año, de ellos 4.500 en Alemania, 4.000 en España y 3.200 en Reino Unido.

Altas temperaturas

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La mayor amenaza directa relacionada con el cambio climático para la salud de los europeos es el calor, advierte en un informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

La mortalidad provocada por el calor ha aumentado en el continente desde comienzos del siglo XXI, sobre todo en el sur, y en un escenario en el que la temperatura global aumentase 3 grados centígrados y sin que se hayan adoptado medidas de adaptación, 90.000 europeos podrían morir al año por las temperaturas extremas hacia 2100.

La advertencia de la AEMA se conoce después de que, en una estimación todavía provisional, la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya calculado que al menos 15.000 personas han muerto por el calor en lo que va de año, de ellos 4.500 en Alemania, 4.000 en España y 3.200 en Reino Unido.

Los datos de la oficina europea de la OMS fueron difundidos antes del comienzo de la Cumbre del Clima COP27, que se celebra en Egipto estos días.

"Las olas de calor provocan el mayor número de muertes en eventos vinculados con el clima. En las próximas décadas habrá más olas de calor extremas y la creciente vulnerabilidad de la población a estas llevará a un aumento sustancial de la enfermedad y la mortalidad a menos que se tomen medidas de adaptación", avisa la AEMA.

La AEMA apunta a que la población europea es especialmente vulnerable al calor por el envejecimiento de la población y la prevalencia de enfermedades crónicas, así como por otros factores como la urbanización, el "efecto isla" en las ciudades y prácticas laborales obsoletas.

El informe advierte no obstante que casi todas las muertes asociadas a las altas temperaturas son evitables en el contexto europeo con medidas de prevención y una mejor preparación para posibles brotes de infecciones sensibles al clima.

"La monitorización y vigilancia de amenazas vinculadas al clima es una medida efectiva y la más frecuente mencionada en las estrategias de salud nacional o adaptación climática. Es esencial desarrollar avisos tempranos", explica el estudio.

Aumentar la solidez de los sistemas de salud es clave, también porque las instalaciones sanitarias pueden verse más afectadas debido a su localización en ambientes urbanos densamente poblados.

Otro factor importante es la diferente exposición de distintos grupos demográficos y socioeconómicos, entre los que destacan ancianos, niños, personas con problemas de salud y trabajadores sanitarios.

Las condiciones climáticas en Europa son cada vez más adecuadas para la aparición y transmisión de enfermedades infecciosas sensibles al clima y podrían afectar sobre todo a quienes trabajan en la agricultura, silvicultura y servicios de emergencia, además de a niños y mayores.

La AEMA menciona por ejemplo que se ha aumentado el riesgo de brotes locales de enfermedades como la malaria y el dengue por la extensión de la temporada de transmisión, la mayor distribución de especies de mosquitos que funcionan como vectores y el aumento de casos de males importados por viajes.

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